El ser humano se imagina como piensa; piensa como siente; y siente como desea.[1]
INTRODUCCIÓN
La masonería es una sucesión de alegorías, sin embargo, son meros vehículos que transportan grandes lecciones de moralidad y filosofía. Uno aprecia de mejor manera su espíritu, sus objetivos, sus propósitos, cuando avanza en los diversos grados, puesto que constituyen un gran sistema, completo y armonioso.[2]
Los primeros tres, grados simbólicos, nos han sido legados de una edad cuando los símbolos eran utilizados, no para revelar, sino para cubrir. Edad en la que el aprendizaje más común era confinado a unos pocos selectos y los principios más simples de moralidad parecían verdades recientemente descubiertas.[3]
DESARROLLO
El IV Grado del REAA es el primero de los grados Capitulares, en este el M.·.S.·. debe trabajar en corregir sus defectos, perfeccionarse en la maestría masónica. Respetar los derechos de sus hermanos como de los profanos, debe contribuir en la medida de sus fuerzas y capacidades a destruir los sofismas que se oponen al libre desenvolvimiento de la inteligencia.
El Grado de M.·.S.·. continúa la alegoría de la Leyenda de Hiram, y en sus nuevos símbolos encierra los estudios más sublimes de la filosofía, estudios indispensables al conocimiento de nuestra propia naturaleza. En este grado la Logia se llama Santuario o Logia de perfección; el Pod.·.M.·. representa a Salomón, el V.·.H.·.Insp.·. representa a Adonhiran, el V.·.H.·.Introd.·. representa a Azarias. Este Sant.·., representa el lugar donde se reúnen los MM.·.SS.·., con el objetivo de elevar su conciencia y desprenderse completamente de los errores y preocupaciones profanas.
En la recepción al grado IV, el V.·.M.·. de Cer.·. conduce a los maestros perdidos que saben dónde nace la acacia pero que, engañados por la ilusión de los sentidos, se han perdido entre la escuadra y el compás y no tienen esperanza de hallarla. La luz que llevan en la mano izquierda simboliza el sofisma que los extravió. Son conducidos por un H\ ya que tienen ojos y no ven, tienen oídos y no oyen, por eso se les ha cubierto sus ojos con un mandil y claman por un guía que les enseñe a utilizar la escuadra que llevan en la frente.
Los sofismas que los extraviaron fueron por dudar de la verdad, la justicia, el honor y la virtud e imaginar que es el interés quien nos gobierna. Confundida su inteligencia no distinguían de lo que debían creer de lo que debía negar. Iban a precipitarse en el materialismo y para salvarlos, conforme a nuestros ritos, se los coloca en un sepulcro.
El guía que claman y que les enseñe a utilizar la escuadra es la CONCIENCIA, con la que sacrificara sus intereses a favor de los demás. Y la inteligencia apoyada en está, hará marchar el progreso moral y mental, para de esta forma concluir el templo espiritual que estamos levantando.
En el centro del Santuario, está el Sancta Sanctorum, que representa la conciencia del Hombre. La Balaustrada que lo rodea representa la razón, que protege la conciencia contra los funestos efectos de los prejuicios. La puerta de la Balaustrada solo puede ser abierta con la llave del entendimiento, la cual es el símbolo de la inteligencia, que ilumina a la conciencia y permite llegar hasta la verdad.
Los MM.·. perdidos, coronados de una corona de Laurel y Olivo. El laurel simboliza la gloria y el triunfo y representa la invulnerabilidad de nuestras doctrinas. El Olivo simboliza la antigüedad de nuestra institución. Los MM.·. Ingresan al Sancta Sanctorum con la llave del entendimiento, llevando en una urna de oro el corazón embalsamado de Hiram. Depositan los restos y lo cubren con las coronas de la gloria y de la ciencia
El simbolismo de esta ceremonia nos representa que, El Maestro Perdido para llegar a M.·.S.·.. Está buscando a Hiram, Al Sol Espiritual, Al Yo Soy, que “murió” y desapareció en las tinieblas de la muerte, de la materia y del cuerpo denso, debido a la conspiración de la ignorancia, la ambición y el egoísmo. EL cuerpo es el sepulcro de Hiram. El Maestro Perdido debe entrar en el sepulcro del Maestro Desaparecido, esto es, todo Iniciado tiene que entrar en su mundo interno para buscar la LUZ INEFABLE que se encuentra en la Cámara del Medio, o Centro de su Ser. Esta Luz es la única que puede orientarlo en busca de la Verdad. El sepulcro de Hiram, el YO SOY, está dentro del cuerpo.[1]
El Maestro Perdido es como el Neófito; ambos tienen cámaras internas en las que deben buscar y encontrar la Luz Interna. El Maestro, en la Cámara del Medio, encuentra los emblemas de la muerte, pero debido a su perfeccionamiento sabe que la muerte le conduce de ahí en adelante hacia la resurrección y la vida porque encontró la Urna de Oro que contiene las cenizas y el corazón embalsamado de Hiram.
El corazón noble y lleno de amor nunca deja de existir. En esta URNA DE ORO, en la que yace como en un sepulcro, La Realidad el “YO SOY”, desconocida por el profano, permanece como en un sepulcro, en las tinieblas de la ignorancia, que es como el reino de la muerte y las sombras; la Realidad ha de manifestarse con toda su potencia cuando la muerte consciente rasgue el velo de su ignorancia con la Verdadera Luz de la Sabiduría, y entonces, solamente entonces, el Maestro Perdido se convertirá en Maestro Secreto.
La imaginación es el pensamiento sustentado, que fortalece la voluntad que puede dominar sin dificultad a la naturaleza física y así, en corto tiempo, el hombre alcanza el conocimiento de la Verdad. Quien consigue dominar la mente por medio de la imaginación, adquiere un poder con el cual es capaz de dominar todas las fuerzas del Universo, y podrá dominar los fenómenos de la Naturaleza.
La Mente Divina es la soberana del Cosmos, y cuando el hombre entra en contacto con esa MENTE por medio de la imaginación, sus poderes son divinos.
CONCLUSIONES
Los trabajos del M.·.S.·., tienen como objetivo demostrar que la Conciencia es la capacidad intuitiva sujeta a desarrollo y perfeccionamiento por medio del raciocinio y la experiencia de conocer el bien que debemos hacer y el mal que debemos evitar para la conservación del individuo y la humanidad. El Maestro posee inteligencia, puede reflexionar, analizar y distinguir el bien del mal y escoger el primero para su felicidad y progreso; racionalmente comprende su propia existencia y su libertad para determinar lo que es bueno y lo que es malo. Estas dos grandes facultades, la CONCIENCIA y la INTELIGENCIA, deben funcionar en perfecta armonía. La conciencia indica lo que es bueno, lo que es conveniente; pero, en los actos del pensamiento, la inteligencia, es la palanca, es la luz, que al ponerse en ejercicio ayuda a la conciencia, analiza los sentimientos y facilita y ennoblece la obra. Asimismo, el Grado pone en evidencia cómo la educación profana es capaz de llegar a falsear los instintos sociales que se llaman Honor, Virtud y Justicia. Enseña también que el mundo físico no da a conocer el mundo moral. El candidato embalsama el Corazón de Hiram Abif, descubre el misterio del Arca de la Alianza y encuentra los fundamentos de la Libertad y de la Fraternidad por medio de la Justicia, guiada por la Conciencia.
He cumplido Pod:. Maestro:.
M:. S:. R. Angel S.
BIBLIOGRAFIA
[1] El Maestro Secreto y sus Misterios Jorge Adoum
[1] El M:. S:. y sus misterios
[2] Moral y Dogma Albert Pike
[3] Liturgia del Grado IV