Escocismo de Bolivia

marzo 31, 2018

DOMINGO DE PASCUA

INTRODUCCIÓN

Las fiestas más importantes de este  grado son  la ceremonia de jueves santo y domingo de pascua, en este trazado trataremos de explicar la razón de la importancia de estas dos ceremonias.

Por su simbolismo y su ceremonial, el Grado de Soberano Príncipe Rosacruz  ha sido interpretado por algunos masones, como un grado de tipo religioso, dedicado a conmemorar la pasión, muerte y resurrección de Cristo, y la doctrina compendiada en los cuatro evangelios.

Jesús (en hebreo Yeshua) es, místicamente la conciencia de la divina realidad en nosotros, la que es precisamente la palabra de pase de este grado, que habiendo nacido del espíritu santo, en el alma que haya logrado un estado de pureza sátvica, llega a ser nuestro propio salvador del error y del mal en todos sus aspectos.

Ese salvador es Nazareno, igualmente por su primera aparición en la región de la conciencia intelectual (la Galilea), como la luz  espiritual que la ilumina,  liberándola del yugo de la ley, por medio del evangelio de la verdad, y por ese hecho consagrado y dedicado como príncipe de la región consciente, para luego ser rey en  Jerusalén, o sea en el dominio de la subconsciencia.

Habiendo reunido en torno suyo las  diferentes facultades del alma  (los apóstoles), y logrado por medio de su predicación, hacer muchos discípulos en los pensamientos que la reflejan, echando a los demonios de los errores y falsas creencias, que sin embargo, antes de desaparecer, se refugian naturalmente en los puercos, o sea,  los instintos y regiones inferiores de la subconsciencia.

Preciso es ir a Jerusalén,  en donde únicamente puede completarse la Gran Obra de redención, que es la REGENERACION INDIVIDUAL.

DESARROLLO

Los Príncipes de los sacerdotes, que explotan al pueblo sacrificando la verdad (los animales puros y sin mancha), al error (la falsa interpretación de la ley divina) le llevan delante de Pilatos (que personifica el escepticismo), el cual no entiende su testimonio de la verdad y su reino trascendente, y le hace conducir a Herodes (el temor), cuyo dominio de extiende sobre todo entre los errores de la región consciente. Este considera como locura la divina verdad y devuelve a Pilatos, que después de haberle inútilmente flagelado, acaba por escuchar la voz del pueblo de la subconsciencia, que pide su sacrificio, empieza entonces la vía crucis.

En el acto final del drama místico, Jesús es crucificado en el Gólgota, donde el mundo de la apariencia  ha desaparecido momentáneamente.

La festividad especial  de los Rosacruces, el jueves santo, el día de la crucifixión, es igualmente la glorificación del fuego místico o filosófico, que regenera y renueva toda la naturaleza, y por cuyo ardor interno, que consume todas las impurezas físicas y morales.

La muerte mística de los Rosacruces, simboliza por la cruz de la crucifixión, o sea la cruz latina, en que predomina todavía la parte inferior, alegórica de la personalidad  terrenal,  y la pasión de la piedra es la muerte de la  ilusión de la personalidad.

Para que el Ser Verdadero pueda ser   levantado o exaltado, resurgiendo en su gloriosa plenitud,  después de la muerte  o regeneración de la piedra que, como sepulcro, le ocultaba en la ilusión de su propia ignorancia, efecto del oscurecimiento Tamásico. Es entonces, al aparecer de la rosa, o del color rosado de la aurora,  cuando la piedra bruta del hombre ordinario, después de haber sido piedra labrada o cubica en el hombre cultivado o iniciado   que se esfuerza en el sentido de la perfección. El sepulcro  formado por esa piedra, y la cruz de la pasión,  son dos símbolos de una misma realidad; llega a ser, por su resurrección  hermética, la propia piedra filosofal  que se identifica con la rosa mística, habiendo vencido el estado Tamásico que representa la sal, por medio del azufre, y finalmente encontrando el mercurio filosófico, que representa el estado sátvico de la pureza divina o ideal.

El color  rosado de la Cámara Roja, es otro símbolo de la piedra filosofal o de la resurrección hermética, que también representa el ave fénix, sagrado al dios Horo, entre los egipcios y,   hermosa alegoría de la regeneración individual, que fue uno de los símbolos preferidos de los alquimistas y los rosacruces.

Habiéndose encontrado la rosa filosófica  (In Nobis Rosa Invenitur), que es la sabiduría del amor, o sea, el nitro del rocío la sal de la tierra (Igne Nitrum Roris Invenitur) la sal de la tierra, en el sentido que le atribuye Jesús, como sabiduría terrena, nacida de la inspiración celestial, conocemos ahora como la palabra viviente, el verbo o logos divino que nos anima, y es su Nombre, que cada uno de nosotros ha de  glorificar en todo lo que hace.

Con esto la Gran obra ha llegado  a su término, o sea,   uno de sus términos, cumplimiento relativo, muy lejos de ser absoluto, siendo el hombre potencialmente regenerado, por la mística virtud de ese Nombre, que se identifica con el Hombre Divino creado en el principio por Dios en su imagen y semejanza, o sea el plan perfecto de Gran Arquitecto, para cuya siempre mejore expresión se halla ahora en condición  de cooperar iluminadamente.

Únicamente cuando pueda decir con pleno conocimiento In Nobis Regnat Ille,  La vida elevada divina, cristica e hiramica estará el recipiendario en condición de pronunciar la palabra de pase y ser ungido, amado y proclamado Caballero Rosacruz, Caballero de la verdad, que solo puede alcanzar la inteligencia cuando se regenere como el águila jupiteriana, y del amor que expresa el pelicano.

A la palabra INRI, inscrita en la Cruz encima del Asiento del Maestro, se le han asignado muchos significados. El Iniciado Cristiano ve reverentemente en ella las iniciales de la inscripción sobre la cruz en la cual sufrió Cristo: Iesus Nazarenus Rex Judaerum. Los sabios de la antigüedad lo conectaron con uno de los secretos más grandes de la Naturaleza, el de la regeneración universal. La interpretaron así: Igne Natura Renovatur Integra; (la naturaleza entera es renovada por el fuego).

CONCLUSIONES

Cada hombre debe esforzarse individualmente, en su propio sendero de la vida y del progreso, trabajando para su propia salvación de error, del mal y de la muerte. Y, sin embargo este esfuerzo no lo hace enteramente de sí mismo y por si mismo, sino mas bien, relacionándose íntimamente y cooperando armónicamente con el principio del progreso y de la superación, de la salvación y de la redención.

Cab:. Juan Roberto Murillo Carrillo 24°

 Campamento de Cochabamba, 31 de Marzo  de 2018 e:. v:.

Bibliografia

  • Manual del Caballero Rosacruz de Aldo Lavagnini
  • Liturgia del grado XVIII

 

XVIIIº