Escocismo de Bolivia

diciembre 11, 2015

LA CONCIENCIA ENERGÉTICA

A manera de introducción inicio este trazado arquitectónico, con un concepto el cual nos dice que con el poder de la mente gobernamos las células de nuestro cuerpo, lo que ocurre en nuestra mente se refleja y manifiesta como un espejo en nuestro cuerpo físico, emocional, espiritual. La función de la mente es pensar, recibir ideas y esas ideas estimulan al campo emocional y llevan al cuerpo físico a la acción para plasmarla en algo tangible.

Los pensamientos son energías que se acumulan en nuestro cuerpo y otra parte de ellos se expanden y salen a la atmósfera, es decir, tiene masa (cuerpo), en una palabra adquieren vida, personalidad, son entidades que funcionan de acuerdo a la dirección que le hemos dado. El ojo humano no está capacitado para ver estas energías, sin embargo hemos podido percibirlas en algunas oportunidades y nos afectan positiva o negativamente.

Conceptualización de energía

Desde de una perspectiva general el concepto de energía está relacionado con la capacidad de generar movimiento o lograr la transformación de algo. Para la física, la energía es una magnitud abstracta que está ligada al estado dinámico de un sistema cerrado y que permanece invariable con el tiempo. Se trata de una abstracción que se le asigna al estado de un sistema físico. Debido a diversas propiedades (composición química, masa, temperatura, etc.), todos los cuerpos poseen energía.

Pueden detallarse diversos tipos de energía según el campo de estudio. La energía mecánica, por ejemplo, es la combinación de la energía cinética (que genera a partir del movimiento) y la energía potencial (vinculada a la posición de un cuerpo dentro de un campo de fuerzas).

Algo muy importante es que entendida como un recurso natural, la energía no es un bien por sí misma, sino que es que un bien calificado como intermedio, ya que posibilita la satisfacción de ciertas necesidades cuando se produce un bien o se oferta un servicio. La energía está muy relacionada con la masa de un cuerpo, relación descubierta por Einstein, que afirmó que la energía tiene una relación directamente proporcional, a la masa de la que procede, con una proporcionalidad igual al cuadrado de la velocidad de la luz en el vacío.

La energía puede ser de distinta fuente solar, suministrada por el Sol; térmica, cuando se manifiesta como calor (por ejemplo, una plancha); lumínica, en caso de que produzca luz, como el caso de una lamparita; cinética que como ya dijimos, permite que los cuerpos se desplacen, como la que posee un automóvil; hidráulica, como cuando en las represas se utiliza la energía que provoca la caída del agua; eólica cuando la energía proviene del viento, por ejemplo, la utilizada para mover las aspas de un molino; atómica, que se produce por la unión o rotura de los núcleos atómicos; eléctrica, ocasionada por la circulación dentro de un conductor de cargas eléctricas, etcétera.

El cuerpo humano también necesita energía para funcionar, la precisamos para correr, pensar, caminar, leer, crecer, y cualquier actividad cotidiana, acrecentándose con el movimiento la necesidad energética. La energía en el cuerpo animal o humano, se incorpora a través de la alimentación y el pensamiento.

Finalmente debemos y podemos afirmar que la generación de conciencia también necesita procesos de generación y uso de la energía que permita realizar adecuadas actividades de la mente.

La conciencia es el acto psíquico mediante el cual una persona se percibe a sí misma en el mundo. Por otra parte, la conciencia es una propiedad del espíritu humano que permite reconocerse en los atributos esenciales. La conciencia, se trata del conocimiento reflexivo de las cosas y de la actividad energética mental que sólo es accesible para el propio sujeto. Por eso, desde afuera, no pueden conocerse los detalles de lo consciente.

La etimología de la palabra indica que la conciencia incluye aquello que el sujeto conoce. En cambio, las cosas inconscientes son las que aparecen en otro nivel psíquico y que son involuntarias o incontrolables para el individuo. La filosofía considera que la conciencia es la facultad humana para decidir acciones y hacerse responsable de las consecuencias de acuerdo a la concepción del bien y del mal. De esta manera, la conciencia sería un concepto moral que pertenece al ámbito de la ética.

A través de la conciencia un individuo consigue tener una noción de sí mismo y de su entorno; es uno de los elementos que asegura la supervivencia de un ser vivo, pues le permite estar alerta a los peligros y actuar en consecuencia. Este proceso, es el resultado de varios fenómenos psíquicos que tienen lugar en la mente de los individuos a cada instante sin que él tenga total noción de ello. Este proceso consiste en percibir el entorno a través de los sentidos y analizarlo con la información que se tiene a través de las experiencias con las que el individuo se ha enfrentado, y la memoria.

Desde la lógica masónica la conciencia es la encargada de enlazar al mundo intelectual con el mundo físico y la que dicta las leyes del deber y el derecho. La conciencia masónica aparece en las logias durante el trabajo, por ello, es aconsejable que el lugar esté exclusivamente dedicado para el oficio masónico y que la tenida se lleve a cabo tanto en el desarrollo del Ritual como en las intervenciones personales en completa armonía y tranquilidad. La Energía masónica atribuye a los trabajos un carácter místico, diferenciándolos de otros tipos de reuniones, por tanto, al ingresar en el Templo, los miembros deberían dejar todo pensamiento y actitud profana fuera. Los Aprendices, Compañeros y Maestros, superando el papel de simples espectadores, deben estar dispuestos a realizar aportes de actitud y opinión constructiva que producirán una especie de vibración energética involucrada que constituirá un Conciencia energética particular al que nos conectaremos mental o emocionalmente, alimentándolo, al mismo tiempo que nos alimenta a nosotros en un constante equilibrio.

Si nuestro trabajo en el Taller se limita al simple ejercicio representativo del Rito, si evidenciamos una actitud desapegada y sin sentido ceremonioso, si nuestra intervención es una simple exposición de palabras triviales, una polémica sin sentido, si nuestro pensamiento se queda perezosamente en la rutina y desprecia aspiraciones elevadas; entonces estaremos contribuyendo a la formación de una conciencia energética negativa que sumado a otros con igual actitud aumentará su fuerza y provocará el fracaso de los trabajos. Por esto es importante que el propio emisario del mensaje genere la suficiente empatía y energía que permita transmitirla hacia los demás hermanos.

Cuando un hermano realiza su trabajo arquitectónico y su aporte masónico relacionado con algún tema ligado al grado puede generar una vibración energética positiva y poderosa que se propagará libremente por el silencio de algún alma opacada estimulando su reflexión. Imaginemos a la totalidad de hermanos trabajando con similar disposición y será fácil augurar un futuro provechoso para ése templo.

Hay logias en las que sus características peculiares perduran a pesar de los individuos que entran y salen de ella, el taller tiene su alma su propia energía, formado por todos los que participaron en las Tenidas. Es importante el evitarse la murmuración, los gestos poco fraternales. Sería deseable por parte de todos los hermanos que sus trabajos estén regidos por los pensamientos más elevados y con las palabras más respetuosas, enérgicas y afectuosas.

Seguramente mientras escuchan estas palabras su mente esta pensando, ¿qué piensas?, observas tus pensamientos, ¿de dónde surgen?, qué o quién le da la orden a tu cerebro que genere tantas ideas, tantas cosas que en la mayoría de las veces ni siquiera tienen el control. Lo importante aquí es que piensas y eso te hace ser consciente, al ser consciente “tomas conciencia”, aunque parezca redundante, el hecho de observar lo que piensas realmente te hace conciente. La conciencia no es otra cosa más que un estado de observación permanente, pero para desgracia de muchos, no siempre nos damos cuenta de lo que somos.

Para crear una realidad, en primer lugar hay que ser concientes de lo que queremos y aquí es donde radica el verdadero problema, “no sabemos lo que queremos”, esto es básico cuando queremos crear la realidad. Si no sabemos lo que queremos entonces que podemos crear, realmente creamos de todo, experiencias positivas y negativas, en la mayoría del tiempo negativas. Pero ¿que pasa cuando sabemos lo que queremos?, en ese momento somos creadores de nuestra realidad y aquí es donde ponemos en práctica todo el poder y las capacidades ilimitadas que tenemos inherentes.

Un aspecto a analizar es masonería es el Tercer Ojo es un símbolo asociado al conocimiento y al despertar de la conciencia, y ha sido objeto de culto así como emblema de diversos rituales de iniciación. Se encuentra presente en una gran cantidad de culturas ancestrales, y cada una de ellas ha ido adaptando su nombre, más su significado parece trascender a todas ellas. Su noción y significado se remonta a tiempos inmemoriales de la antigüedad, prácticamente como las pirámides y de hecho, en muchos casos se lo representa junto a ellas. El hallazgo de este emblemático símbolo en todas partes del mundo parece ser evidencia de la existencia de una religión común en un pasado remoto, y por ende, de una civilización con alcance global.

El concepto del TERCER OJO, también llamado el OJO DE LA MENTE, es un símbolo multicultural vinculado a la visión psíquica: mientras que los ojos ven hacia afuera todo lo material, el TERCER OJO se referiría a la percepción de lo espiritual, mirando hacia adentro.

El ritual está basado en una simbología antigua que permite al masón en sus diferentes grados, tener una mayor conciencia de las Leyes y preceptos de la Naturaleza y el Universo de la que tendríamos a base de la simple observación. De aquí se desprende la importancia que tiene más que la reproducción mecánica del rito, su asimilación mental, espiritual y psicológica.

El estudio de los rituales masónicos comprende tres campos: en primer lugar tenemos la lectura normal del texto, que correspondería a su sentido externo o exotérico, en segundo lugar un estudio detallado desde el punto de vista simbólico de los términos del texto, y por último una lectura esotérica, es decir interna, que se basa en la comprensión de su lenguaje y significado a partir de la alusiones esotéricas incorporadas en él.

El ritual de apertura responde a que una tenida masónica es una sesión de trabajo, fundamentalmente filosófica y simbólica. Este ritual nos indica que hemos pasado del mundo profano al tiempo sagrado del trabajo masónico. Uno de los requisitos de la tenida masónica es el silencio. Pero no solamente el silencio físico, que se debe como respeto al Venerable, a los Hermanos, y a la Orden, sino también el silencio que consiste en calmar y acallar el tumulto de pensamientos y sentimientos que se suceden en nuestro interior y obstaculizan nuestra concentración en el trabajo masónico.

Si nos fijamos en la situación espacial que ocupan los oficiales, veremos que también es simbólica, las tres luces del Taller: el V:. y los dos vigilantes forman un triángulo, y de la misma forma el Maestro de Ceremonias, el gran Experto y el Guarda Templo forman otro y los dos juntos dibujan la estrella de seis puntas. El hexagrama o estrella de seis puntas simboliza el poder humano equilibrado por la conciencia. Si queremos elevar la energía más física y material representada por el triángulo inferior, hacia el triángulo superior, mental y espiritual, debemos permanecer conscientes y equilibrados. El hexagrama representa la idea de desarrollo constante y hace también alusión a las ideas matemáticas y geométricas sostenidas por Pascal en el siglo XVII. Simbólicamente expresa la armonía de los elementos opuestos, refleja el orden cósmico, los cielos y el movimiento de las estrellas, así como la eterna relación entre el cielo y la tierra.

Con respecto a las horas simbólicas del trabajo masónico, de mediodía a medianoche, podemos encontrar diferentes interpretaciones. El Mediodía es el momento en que el sol se encuentra sobre el meridiano  (m7áxima energía) y su luz cae directamente sobre nosotros en posición vertical, es decir sin crear sombra, es por eso que en ese momento de luz plena se comienzan los trabajos, que precisamente persiguen alcanzar dicha luz. Y se cierran a medianoche momento en que el tiempo sagrado toca a su fin y en el que retornamos la mundo profano renovados. En esta interpretación podemos ver una similitud entre el proceso de muerte y resurrección que vivimos simbólicamente en el momento de la iniciación.

Finalmente los trabajos se cierran con la cadena de la unión, rito que alude directamente a la fraternidad masónica, sustentada por los lazos de armonía que ligan entre sí a todos los masones. Esta fraternidad es  fundamento en el que se apoya la organización iniciática y que transmite esa energía de a través de los lazos fraternos. A través de dicha cadena pretendemos formar un sólo cuerpo mental que vibra con la misma energía y al mismo ritmo, beneficiando a todos los integrantes de su energía regeneradora. Esta explicación simbólica es coherente con la tradición masónica, en la que el rito y el trabajo colectivo desempeñan una función fundamental en el camino iniciático.

Cabe recalcar que la relación energía y conciencia es innata; como dice Confucio Aprender sin reflexionar es malgastar la energía.

He cumplido Pod.·. Maestro

M.·. S.·. Oliver C. R.

BIBLIOGRAFÍA

  • Definición de conciencia y energía – Qué es, Significado y Concepto http://definicion.de/conciencia/#ixzz3nhlEvC1P
IVº, Portada