Escocismo de Bolivia

octubre 28, 2015

LA LLAVE DE MARFIL

U:.T:.O:.S:.A:.A:.G:.I:.

RESPETABLE LOGIA DE PERFECCIÓN CONDOR N° 4

La Llave de Marfil

La Llave de Marfil, que es la comprensión iluminada que ha podido realizar dentro de su propio corazón, entre la escuadra del Juicio y el compás de la Razón.

El Marfil es, pues, en todas  las tradiciones  orientales, uno de los emblemas de la misma sabiduría. Además de relacionarse con el Elefante, considerado el símbolo de inteligencia, es uno de los materiales usados de preferencia en la confección de reliquias y objetos de veneración. Podemos citar como ejemplo el famoso colmillo de Buda que se conserva desde siglos en un santuario de la isla de Ceilan, y que tiene por esto analogía con la llave de Marfil de M:.S:.

La joya, que es la llave de marfil con la que se abren la urna de oro y el Arca, es un símbolo evidente de fidelidad y de prudencia, de discreción y de secreto; es, además, emblemática de la capacidad de penetración de la mente que se coloca en un punto de vista central: en el centro del círculo o en la Cámara del Medio, entre la escuadra y el compás, en donde constantemente puede encontrarse todo lo que se haya perdido.

Siendo el uso de la Llave inseparable de su posición céntrica, sería muy conveniente incrustarla en el medio de una medalla, disco o anillo de plata, el metal que mejor se asocia con las manifestaciones de la Vida en la naturaleza, y el más sensitivo en la acción de la luz, razón por la cual tiene una importancia básica en la fotografía.

En masonería, una llave de marfil con la letra  “Z” es la joya del Maestro Secreto. Hallamos en esta fraternidad llaves signando atuendos de dignidades y grados, representando en principio el silencio en forma de prudencia y discreción y, más allá, el saber filosófico integral.

En términos esotéricos, “poseer la llave” equivale a haber alcanzado el estadio de la iniciación, y supone el deber de mantener el secreto y, al mismo tiempo, el derecho a la revelación de los misterios impenetrables.

Según la Kabbala, tradición oral de la cultura judaica que interpreta simbólica y esotéricamente el sentido de las escrituras bíblicas, una llave de hierro sería el elemento básico para la elaboración de un talismán llamado Dominatur, o Llave de los Pactos, que permitiría a su dueño “eliminar los estorbos que se oponen a la consecución de un fin”; además de “servirle para invocar espíritus y efectuar pactos con ellos”.

Se dice que el Rey Salomón poseía uno de estos amuletos, el más poderoso en su género: La Clavícula del Rey Salomón o Clave Mayor de Salomón; nombre éste que coincide con el de un célebre tratado de magia que tuvo su auge en la Edad Media, y según los entendidos, “el documento más importante en la Magia Ceremonial”.

En cuanto a su estructura, una llave consta de cuatro partes básicas: TIJA o asta, ANILLO, OJO y PALETÓN.

Resulta curioso el que la palabra “Tija”, derivada del francés Tije (Varilla), tenga aplicación exclusiva en castellano a un elemento que corresponde al ASTA de la llave, pieza que conecta al anillo con el paletón. El Anillo y el Ojo forman una unidad, que generalmente es la parte más elaborada desde el punto de vista ornamental, y mecánicamente constituye la palanca de la llave. Tenemos también el Paletón, que se encuentra en el extremo opuesto al conjunto ojo-anillo y es la pieza que da nombre, de manera indirecta, al objeto que nos ocupa, puesto que contiene la CLAVE o, lo que es lo mismo, las combinaciones que se adaptan a cada cerradura en particular. Y finalmente, podemos hablar de la Guarda, explicando que, aunque es un elemento fundamental dentro de la individualidad de cada conjunto cerrojo–llave como sistema de seguridad, no es una estructura básica, ya que podríamos encontrar llaves sin guardas propiamente dichas. Concretando, la guarda es una especie de acanaladura observable en el perfil del paletón, abierto hasta la tija, que se adapta a la abertura (chapa o rodete) de la cerradura para la cual fue fabricada cada llave en particular.

En este momento he caído en cuenta de que la anterior descripción corresponde a la llave forjada, clásica y antigua, hoy objeto de colección cuyo máximo valor recaerá en las piezas de origen artesanal, fraguadas en los crisoles tradicionales; el pedazo de hierro negro al cual rindo un culto sin sentido y por el que memorizo un conocimiento inútil.

La Corona de Oro que adorna el Arca es el símbolo de elevados pensamientos, anhelos e ideas.

El Maestro Secreto lleva la Llave Blanca para abrir el Arca y verificar lo que esta contiene, esto es, trata de penetrar en su mundo interno para conocerse a sí mismo por medio del conocimiento intelectual. Sin embargo, teme quebrar la llave, debido a la fragilidad del material, y por eso es necesario confeccionarla con oro, plata y cobre.

La llave de marfil que está colgada en el collar amarillo es un símbolo de la discreción y la letra “Z” lo que aparece en ambas celdas de la llave y también en el centro del mandil, indica la inicial de la palabra clave del grado. El C a M hecho al punto representa el latino “Clavis al Mysterium” la llave del misterio. Las doctrinas del Grado Cuatro son discreción obediencia y fidelidad.

Pero discreción se tiene que comprender en el sentido masónico. No es la ocultación de un complot la ocultación de motivos y actividades, o operaciones hechas en la oscuridad. Para un masón le discreción es la capacidad a conservar confianza.

Sistemas grandes han informado que una capacidad así es el primer paso en un autocontrol y una autodisciplina desarrollándose.

Y hay más. La necesidad más grande de la mayoría de los seres humanos es confiar a alguien sin miedo, sin decir a otros. Cada masón debe esforzarse por ser un amigo de esa forma.

Seguramente la tarea es la “regla grande” de la masonería y del Grado Cuatro. Hoy mucha gente entiende la que  palabra tarea es hacer el mínimo en una situación. Eso es una alegría la que debe ser cumplida con empeño y no una tarea la que se cumple de mala gana.

Tarea y discreción son las bases no solamente para el rito escocés también de una vida creativa. Un hombre o una mujer los que han entrado al camino debe hacer lo que es correcto, respetar las preocupaciones, dudas, sueños, la discreción de las esperanzas privadas de un amigo, es un buen camino para ponerse un hombre de honor y de respeto.

La joya es una medalla que tiene incrustada en el medio la Llave de Marfil, la cual abre la Urna de Oro y el Arca. Es el símbolo del Poder Interno, cuya capacidad confiere el privilegio de penetrar en el punto central, entre la Escuadra y el Compás, en el cual se encuentra todo lo que se perdió… El reverso de la medalla tiene dentro del círculo la letra hebrea YOD.

Si observamos con iniciática atención vendremos a considerar también el papel importante y sobrenatural que tenía en las Fiestas de Jano la llave. Ya que sus llaves abrían y abren las puertas solsticiales, es decir, el arcano acceso a las fases ascendentes y descendentes del impenetrable ciclo anual, que se repite a lo largo de la vida. En cuanto a la Mitología Religiosa, tenemos que la llave se nos muestra otra vez retadora: La enigmática Sacerdotisa de Ceres llevaba una llave como insignia de su oficio. En los Misterios de Isis, la llave viene a significar la apertura del corazón y de la conciencia ante los enigmáticos «Asesores de los Muertos». En el tema de Agarta, el Sumo Sacerdote indio, es portador de una tiara con dos llaves entrecruzadas, que viene a ser el símbolo de la posesión del «Sumo Secreto» o «Palabra Sagrada» que estaba grabada en un triángulo de oro encerrado en una caja herméticamente sellada. Las llaves están como no, entre los atributos del Sumo Pontífice, viniendo a representar las llaves del Cielo, entregadas y depositadas simbólicamente a San Pedro. Cuando ya hablamos de Esoterismo, tener o ser poseedores de la llave, significa haber llegado al ansiado estadio de la «Iniciación». Haber podido acceder a una morada espiritual, en fin, a un «Grado Iniciático». Si vemos con detenimiento el desarrollo de algunas tradiciones, se nos muestran tres llaves que nos abren las puertas a tres recintos, los cuales se nos muestran como los tres grados o etapas de la «Iniciación». En cuanto a la Masonería, viene a ser símbolo de «La Prudencia» y de la «Discreción» de la que tanto hemos hablado y aun hablaremos, y nunca dejaremos de hablar. Según la Instrucción del Grado de «Maestro Secreto», estos deben guardar los secretos bajo llave, que es un significativo esencial y puro de «Joya del Grado», esta llave es de marfil con su paletón en forma de «Z». También cuando contemplamos dos llaves entrecruzadas vienen a ser el símbolo de las «Joya Maravillosa del Tesorero».

EL SIMBOLISMO DE LAS MUSAS

Es una cosa sublime: las Musas. Deidades Mitológicas, hijas de Zeus y de la Memoria (Mnemosina), ellas, protectoras e inspiradoras de las ciencias y las artes liberales. Clío, de la Historia, Melpómene de la Tragedia, Talía de la Comedia, Euterpe de la Música, Terpsícore de la Danza, y en fin tantas otras….Pero otra interpretación es que, las musas simbolizan el orden y el uso de los estudios: Clío representa el deseo de saber, Euterpe el gozo de aquel deseo y Melpómene emprender el estudio, Talía entender lo que se estudia…..Con esta sencilla corta reflexión cabe la posibilidad de enjuiciar cada uno la vida misma y comprender muchos significados ocultos hasta el momento que los teníamos delante de nosotros y no los SABIAMOS VER. Indudablemente las Musas con el sentido simbólico que quieras amigo visitante, aparecen a lo largo de las alegorías masónicas.

EL SIMBOLISMO DE LA MUSICA

El hablar de la música comprende expresar el arte de producir y combinar sonidos acordes de todos los elementos de creación sonora; ritmos, instrumentos, sonoridades, timbres, tonos, organizaciones seriales, melodías, armonías….En todas las civilizaciones, la música toma un papel importante en los actos más relevantes, social o personalmente, donde ejerce un serio papel mediador entre lo diferenciado (aspecto material) y lo indiferenciado ( aspecto de la voluntad pura) o si se desea entre lo intelectual y lo espiritual. Por ello cobra especial importancia entre las ceremonias rituales, además de por su capacidad de promover emociones. La Música representa EL EQUILIBRIO y EL ORDEN, viene a ser un lenguaje universal. En la Masonería la música representa una de las siete artes liberales, viniendo a significar la armonía del mundo y muy en especial la armonía que debe de existir entre los masones. En la recepción del Segundo Grado se enseña al que lo recibe que la música es un poderoso medio ascético, y que a través de la belleza de sus sonidos y de la armonía de sus ritmos se llega a LA SABIDURIA DEL SILENCIO y DE LA DISCRECION.

Conclusión Personal

Como nuestra conciencia, nuestra Vida Real se halla establecida en la eternidad; y si trascendemos el punto de vista ilusorio de nuestra personalidad limitada, llegando al corazón de nuestro ser, esta realidad se nos hará individualmente patente, como la Llave de Marfil que nos permite la Perfecta Comprensión de la vida.

La llave de marfil significa la entrada al mundo de los sueños, de la fantasía, que desgraciadamente es la época de la infancia, aunque…..pensándolo un poco más porqué debe tener edad?

La llave de marfil la tenemos todos y está en nuestra imaginación y abre las puertas de los sueños que queramos lograr.

He Cumplido Pod.·. M.·.

M:.S:. Eduardo V. E.

Campamento de Cochabamba, 21 de Octubre de 2015 e:.v:.

Bibliografía

Manual del Maestro Secreto de Aldo Lavagnini

El Maestro Secreto Y sus Misterios de Jorge Elías Adoum

“El documento más importante en la Magia Ceremonial”. Traducido del hebreo y publicado en 1889 como Clavícula Salomonis por Samuel Liddell Mathers (1859–1918), miembro destacado de la Orden Hermética de la Golden Dawn

IVº, Portada